2010

"BIENVENIDO A MI BLOG"

4 de diciembre de 2010

UNA CITA CON LA MUERTE


La Besé, claro que la besé dulcemente;
A veces apasionadamente y muchas otras cruelmente.
Era un invierno, bajo la sombra secreta de la noche.
No había nada allí, más que el olor de la selva. Todo era silencio;
Hasta las miradas azules de las luciérnagas habían desaparecido.
Era enorme, tan grande como la misma noche,
A veces tan pequeña como una mariposa en el otoño.




Caminamos juntos, conversamos en silencio,
Sin que mis labios profieran una palabra.
La besé por penúltima vez, la próxima ya sería de despedida,
La besé con suplicio, con ternura y con mucho miedo;
Ella me quizo dar un abrazo,
En un momento de sigilo escapé de sus brazos.
Sus ojos me miraban con deseo,
Era una mirada de océano calmado.

No pude seguir viendo aquellos ojos
Redondos que me consumían y cerré mis ojos;
Y ya no estaba allí; se había marchado

*****

Colombia 2010

28 de octubre de 2010

ENTRE SOLES Y SOMBRAS: PASIÓN EXTINGUIDA




¿Sirve la literatura?


Sin apelar al sentimiento trágico de la vida de que hablara don Miguel de Unamuno, debo confesar que me preocupa el destino que tomará mi biblioteca el día que me toque viajar como Dante. Pienso esto porque cuando resolví donar a una biblioteca mi excelente colección de obras literarias, la directora del ente donatario, al darme las gracias en su nombre y en el del Instituto del que formaba parte, me dijo, en rapto de sinceridad que me dejó frío: “muy buena su biblioteca, Señor Trilce, pero le cuento que jamás los muchachos, ni siquiera los estudiantes de Literatura, vienen a preguntar por uno cualquiera de los autores que en ella aparecen, pues a Petrarca lo asemejan a un futbolista italiano y a los “Poetas Malditos”, lo confunden con alguna banda criminal". 


Al salir del recinto caí en la cuenta de que lo afirmado por la bonita directora era una verdad de a puño. Si los jóvenes no leen una novela de Vargas Llosa, menos van a enfrentar al universo de obras italianas, si no pasan de algunos cuentos cortos de Poe; qué van a posar sus ojos en la inmensa llanura terrenal que existe en su alcance.


Además, si a uno de ellos se le ocurriese consultar al más desconocido narrador, nacional o extranjero, pues ahí esta Google que con sólo pulsar una tecla le dispara lo que desee saber de cualquier autor tratado en las obras especializadas.


Pero me queda una duda, no sé si metódica o no, que condenso en la pregunta que yo mismo me formulé al pie del globo terráqueo azul cielo que próximamente será expulsado de los predios de las Bibliotecas de todo el mundo: ¿para qué sirve la literatura? ¿Será que Homero es indispensable para la humanidad? Y yo mismo me respondí: tal vez la literatura no sirve para nada, pero sin ella no valdría la pena vivir.


Este interrogatorio interior me llevó años atrás, y me situé en la infancia, con un libro entre mis manos tratando de grabar en la memoria un cuento de Congrains o Ribeyro, que aún recuerdo y siento ver a Esteban perdido en la gran Lima o a pascual devorándose al despiadado y decrépito Santos. De allí en adelante siempre tuve un libro cercano en mi peregrinación por el mundo, y le guardo a la literatura una fidelidad que de pronto no he tenido con otras adicciones. Esa fidelidad no ha sido jamás quebrantada, en las horas felices y en las amargas de la derrota y del infortunio, en el amor y en el dolor, siempre he tenido a mi lado a mis ídolos mayores –y también a los menores– de la literatura. Desde luego, debo más a unos que a otros, pero todos me ofrecieron su testimonio del mundo y del hombre.


Por eso creo que la grandeza de la literatura está en el hecho de que ella es, igualmente, una dimensión de la vida, y sin ella el universo interior y el mundo exterior carecerían de sentido. El hombre tomó posesión del mundo cuando la palabra escrita fue el común determinador de las cosas pues sin su apoyo no hubiera sido posible el discurso de la razón, porque con el lenguaje impreso sobrevino una segunda génesis.


La experiencia de la donación de las obras me hace pensar en el lío que tendrá la familia cuando yo falte: el destino que le dará a los libros de mi amada biblioteca. No los querrán mis hijos (espero no ser un desierto geneológico), mucho menos, mis hermanos, que navegan con la pericia de Ulises en la Internet, en donde hallan hasta los incunables.


La lógica indica que yo haga el traspaso en vida. Pero no tengo el valor de salir de mis libros pues eso sería como entregar, en cajas de cartón, lo que queda del alma.



Autor:

Javier M. Oncoy 
Trilce

Todos Los Derechos Reservados

7 de septiembre de 2010

CRIMEN PERFECTO

pude ver como morían sus ojos, su voz y su alma, todo en él fallecía lentamente".

........


Bajaba lento el jinete. -Hola muchachos-
Detenía la marcha. Era tarde y todavía no había
almorzado.
-¿Alguien sabe dónde queda J...? Todos sonrieron mirando el norte.
Era un hombre alto, de mirada profunda, tez blanca; el caballo apresuraba la marcha haciendo
crepitar las veredas de piedra.


-Debe ser un saca ojos, murmuraba danielito que
apresuraba a coger la mano de su hermanito para llevárselo a casa.
Todo parecía normal, al caer la tarde, se apoderaba el silencio de las calles del pueblito,
sus habitantes aseguraban las puertas con tranqueras de madera; seguramente al rato todos
se entregaban al profundo sueño.


-¿Qué hacemos? -¿Dónde vamos?, mi acompañante
sumergía su semblante en un miedo profundo, sus ojos palidecían, se notaba el temblor de su cuerpo, al oir el aullido fantasmagórico de los perros.


Nuestras miradas se entrecruzan buscando alguna
respuesta. Dormiremos en aquella cueva.


-Halcón, tengo miedo, tengo un presentimiento de que algo malo va suceder. -No hables c... mejor cierras los ojos y deja de hablar H....


No pasaron ni 10 minutos, Lalo dormía como una piedra, a este no le despierta ni la princesa de fuego.
El frío se apoderaba de mí, saco una cajetilla de puro, y enciendo una para calmar el frío terrible. Veo como el humo asciende formando una columna blanca entre la cueva y los pastizales.


Es las tres de la mañana, y aún no puedo conciliar el sueño, trato de despertar a mi compañero; pero es imposible, mejor dejarlo que duerma, debe estar soñando con su graduación que se avecina.


-Lalo, despierta. ¡Lalo! ¡Despierta!


Miro el reloj, es las 3:30 de la madrugada, no fue más que media hora, -¿Habré dormido? -

-¡Lalo, despierta!. Pero que forma de dormir es esta hombre. Lo tomo del cabello sacudiendo fuertemente. -¡Lalo...!


Apresuro a encender la pequeña linterna de manos,
sacando la manta que cubría su cuerpo, girando su rostro hacia mí. Su boca expelía gotas de sangre.


-¡Laloooooooooooooooo!


-¡Despierta carajo! -¡Mierda, despiertaaaaa! pude con desesperación levantar su cabeza. Era demasiado tarde. Tenía un puñal atravezado en su vientre. El mismo puñal que yo guardaba debajo de mis botas al anochecer.


PEDRO ROJAS

¡Camarada y Maestro!



Hijo de puño guerrillero.


Hombre de la Gran Jornada.


El inolvidable 12 de Julio.


Hoy a tu nombre. Este homenaje.






¡Pedro Rojas!


Las calles madrileñas


Pronuncian tu nombre.


Cantor sublime. Poeta y compañero.






¡Pedro Rojas!


Vallejo sonríe. Tu padre eterno.


Tus ojos cansados,


El fusil en la mano


Seguid la marcha.


*****



NOCHE SEPULCRAL

...Casi no terminaba su faena el ciego,



su mirada dibujando un rocío de miedo.


Tenía una voz beódica. Mierda.


¿De pronto volvía el guinapo?


Seguía el ciego. Esta vez Fumaba


un pisco de telas sobrías.


"Pero qué sekudo rostro ... "


¿Dónde estás bien nacido?


Era fulero Ríos. La faena continúa.


El ciego apresuraba a cortar


las pocas espigas que quedaban.


Diambulaba la sombra. Era que llegaba


el amo y señor. Voz peluda, ojos gerpúsicos.


"Pero que nauseabunda mirada ..."


Camina el bacúmel. Es torcida patuela.


"Es el lodo mi ... "


Es tarde, puedo ver con suma alegría


los dedos añosos del señor.


Se desataba un fiesta,


el ciego sigue en su faena.


Sigue SOÑANDO.


EL CAMINANTE DE CRISTAL

(Ensayando hacer Poesía)







Son horas de pasos silentes, perpétuos


en praderas de mirada taciturna.


Una dama que posa sus plantas en los


adevalios, cruza los riguarios sin barca.


Viaja en cauce los versos, se inunda de sollozo,


un hombre riega de sepelio su vionda.






Son horas de peces con ala, comélidos


en paredes metafísicos sin sombra.


Un Poeta busca las partituras de su pasado


en el aire; dïbujando quijadas escueltos


en cada verso de diademas.


También es cómplice el niño, que con sus


ingénuas ocurrencias resiste a la Muerte


de un mendigo, acelera su sonrisa,


que galopa como la Noche, por mis venas.






Son horas de melodías, a especie de huayno


tal vez unos Yaravíes que discuten de complejos.


Esta vez es un caballo que sonríe,


se inquieta al oir los cantos dubidomios.


¿Qué estoy haciendo aquí, sin entender nada?


Seguiré caminando.


16 de agosto de 2010

ENTRE EL DOLOR Y LA MUERTE: EL AMOR



No podía ensombrecer mis ojos, avanzaba la noche como un caballo manso, lentamente, lentamente…



El sonido de las máquinas aturdían mis oídos; todo era una fantasmagórica odisea nocturna.


Afuera todo era oscuro, reinaba el silencio, mi rostro sentía el frío, el viento acariciaba mis venas entumeciendo mis ojos.


Pude encender algún cigarrillo, venciendo el galope del viento


Que rascaba el fuego; aquel cigarro insípido y uniforme para acompañar la penúltima cerveza.


Siento navegar mis labios en grandes sorbos de la cerveza;


Sumergiéndose por mi paladar,


Sistemáticamente enervando mis sentidos.


Allí en aquél lugar que estuve no existe el futuro,


Todo es una fórmula matemática;


Donde el resultado es el dolor, al tristeza, la nostalgia, la agonía; y


La Muerte.


El camino que te conduce allí es sencillo y no existe alguna nomenclatura


Definida.


El olor a llanto, a suplicio, a Muerte y la desesperación


Quedan impregnados en al piel y el alma


De cada visitante.


No es la esquina donde se reúnen los amigos para hablar de fútbol


O el Congreso donde los políticos se burlan de sus electores,


Es la sala de emergencias de un hospital;


Donde los heraldos rodean las puertas


Y la señora muerte asoma su oscuro rostro por las ventanas.


“Lo mejor que tienen los hospitales, son las enfermeras”, decía,


Un viejo amigo, en una ocasión.


Vaya creo que tenía alguna razón;


Pudieron palpar mis ojos algunas deidades vestidas completamente de


Blanco,


Muy amables y atentas por cierto;


Pero mi instinto que no me abandona me susurra,


Que aquellas sonrisas angelicales eran fingidas; y


Dentro de esa ternura y belleza


Se escondía algún pensamiento desconocido.


Nada es cierto, nada es real, nada es total.


La noche sigue galopando lentamente


Siento los encendidos brazos de la Soledad en mi alma.


Esta vez me quema, no me abriga;


Esta vez dilata mis lágrimas y no me embriaga ni me apasiona;


Como otras tantas noches.


Por momentos tengo deseos de huir


Y sumergirme en un mar de cerveza bien fría,


Pero algo me detiene; algo que me anuda el corazón.


Algo que me atraviesa como una flecha erguida.


Quejidos por aquí, lamentos silentes por allá y la noche rutinaria


De las enfermeras es todo lo que se respira en este mundo;


Nada es relevante más que una pequeña semilla de esperanza en cada uno


De los hombres y mujeres de esta infamia.


Pronto va amanecer;


Por lo menos sentiré los rayos del sol calentar mis manos,


Por ahora me quedaré respirando el olor del hospital,


Palpando tristezas,


Mezclándome en llanto, uniéndome en los sueños e ilusiones de vida ajenos.


Es ella la que está acostada allí, venciendo a la muerte,


Es ella la que toma mis brazos y se aferra a la vida,


Es ella la que no renuncia dormir en mi regazo y;


Batalla cuán heroína en mi propio mundo,


El mundo que construí con mis manos por amor.


Es ella la que está frente a mí, dormitando y buscando mi calor,


Ella es mi AMADA


Que batalla con rigor.




*****

Bogotá 22-04-2009





6 de agosto de 2010

POEMA XIX

Quisiera ser tantas cosas y no quisiera ser NADA;
Por ejemplo quisiera ser Dios para saber
si también se sufre y se llora.
Esta agonía miserable no es más que una espera.
Pronto, pronto, pronto Dios mío.

Quisiera ser como el agua del río
Irme lejos, tan lejos y no volver jamás;
Haber si de esa forma pueda olvidar
Esta ciega pasión que me está matando.

Quisiera también ser una piedra o una montaña
Tan solo olvidar tu mirada, dejar tus besos
En la nada y no amarte más.

Quisera ser ceniza y perderme en el viento
Quisiera ser Tú y dejar de amar
Quisiera ser ¿Qué Dios mío?
¿Dime que puedo ser para terminar esta condena?
Tan solo dime OH Señor.

POEMA XI

De: POEMAS DEL DOLOR



¿Qué pensaste al dejarme? ¿Acaso  tienes miedo
de preguntarme que pensé Yo?.
Decías "Ya no te amé más, todo ha terminado;
No importa si lloras, sufres o mueres".
Mientes dulcemente.

Miente tu boca,
En cada palabra que me dices; puedo oír
El llanto de tu corazón.
Mientes como el árbol en la tarde
que da falsa sombra.

II

¿Qué sentiste al oirme en la noche aquél
Que se detuvo el tiempo?
Todo lo que dijimos alguna mañana
que despertamos juntos, se marchó en segundos.
Todo lo que quisimos cayó herido
como un soldado en batalla.

Deja el ser Tú y Yo dejo de ser yo,
Y seamos ambos.
Seamos dos que no se sienten lejos;
Aunque no nos podamos ver, nuestras miradas
Se cruzan en la aurora. En cada recuerdo,
En cada silencio y en cada saludo de las estrellas.

III

Nada es sencillo como respirar tu aroma,
Mi boca anhela tus besos; y
Así intentes no amarme, no podrás olvidarme;
Porque mi corazón vive en tu pecho,
Porque el aire que respiras necesita mi nombre.

Deja que nuestros pensamientos caminen
Libremente;
Y si por alguna razón me extrañas,
Búscame en tu tristeza, Búscame en tus lágrimas;
Y en tu almohada. Cada mañana al despertar,
Cada noche al no poder dormir,
Mi brazos siempre estarán contigo,
Mi pecho estará esperando tu frente.

IV

¿Qué pediste a tu Dios al marcharte;
Desafiaste su voluntad de amarte eternamente?
Aquella agonía de Cristo me recuerda,
A este dolor que siento.

Será un día cualquiera que pronuncie tu nombre;
Y a viva voz preguntaré:
¿Dónde estás Amada Mía que te llamo y;
No me respondes?.
Y al no saber nada de ti
Me iré tan lejos como el viento;
Te olvidaré sin olvidarte;
Y no dejaré de AMARTE.

*****

2 de agosto de 2010

MELODÍAS DEL FUNERAL

Ha Muerto tu voz, con él mi nombre,
Ha muerto tu mirada y se llevó mi sonrisa,
Murió también tu larga velada;
Y con ella nuestro silencio.

Ha muerto las mil y una noche de desvelo,
Esa odisea nocturna en mi alcoba,
Pensándome Amada Mía. Ha muerto.

Han muertos tus ojos y  con eso maté
tus sueños y enterré tus ilusiones.
Ha muerto la sirena que dibujaba para tí;
Se ahogó en la lluvia. Ha muerto la noche.

Ha muerto el poeta sin nombre,
Sus versos ya no existen en tus
Delicadas manos. Ha muerto.

Ha muerto todo y ha muerto la nada,
Han muerto tus tardes silentes y;
Tus mañanas tranquilas, se ha ido
Como mi voz que persigue tu alma.

Ha muerto el silencio y sigue siendo
Silencio. Ha muerto el suspiro,
Y no queda nada, más que mi llanto.

Ha muerto todo amor mío;
pero tu boca aún agoniza;
Y todavía, calladamente
Dice esa palabra que mi corazón
Espera.

Ha muerto mi poema y mi canto,
Pero tu corazón se resiste
A dejar este Mundo.

4 de julio de 2010

BAJO LA MIRADA DE TU SILENCIO

BAJO LA MIRADA DE TU SILENCIO


Dicen por allí que Soy Poeta; pero sólo Soy un miserable cantor callejero.
Que Soy un vil cazador de muchachas, eso también dicen, pero tan sólo
Soy un fiel Bohemio aventurero.


Dicen que soy adicto al sexo, a las mujeres y a las buenas bebidas.
Que por una virgen muero. Todo eso dicen, pero no dicen que
También Soy un soñador y me desvelo.


Dicen mil cosas de mí y no conocen estas manos misericordes.
Que soy un perverso lo acepto, tal vez un "demente" luminoso
Pero no sé de odios porque me aniego.


Dicen que Soy un malvado y al decirlo me aplauden.
Porque en cada paso que doy capto una mirada y una larga sonrisa
Dicen todo eso, pero no dicen que también lloro y tengo pena.


Dicen esto, lo otro, aquello, eso y otras mil bellezas.
Mientras digan más YO me refugio en mi biblioteca


Porque de algo si no me van decir nada
Que soy un obsesivo lector y buen cervecero.


*****

TRILCE


Lima 2007

22 de junio de 2010

TINTA NEGRA



“El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir”, dijo alguna vez la vieja Josefa Caixinha, abuela de José Saramago. La memoria de estas palabras oídas en su infancia, cuando era tan sólo un niño campesino que caminaba descalzo, las inmortalizaría este escritor portugués en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, en 1998. “No dijo miedo de morir, dijo pena de morir”, llamó la atención Saramago en esa breve alocución en la que aceptaba convertirse en uno de los grandes de la historia. Ese pequeño inciso, esa necesidad de reparar en la diferencia entre el miedo y la pesadumbre, lo hizo Saramago conjurando, sin saber, la ruta de su propio destino. José Saramago murió el viernes 18 de Junio a los 87 años, a las 12:30 horas en su domicilio de Lanzarote, España. El escritor murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida. Después de salir adelante de tantos achaques el miedo a morir seguro estaba vencido, quedaba quizá sólo algo de pena de morir.


Después de 16 novelas publicadas, paradójicamente fue la red su lugar de libertad, en donde sus alientos políticos, sus pasiones comunistas y su afán por reflexionar sobre estos “tiempos de plomo” se hicieron más vividos. Fue en su blog en donde una vez posicionado Obama le escribió sin reservas, sin censuras de ningún editor, que debía detener el bloqueo económico a Cuba y cerrar Guantánamo. Fue también ahí en donde sus millones de seguidores conocieron la desgarradora historia del ex diputado Sigifredo López, liberado en 2009: “Nunca he podido alardear de firmeza emocional. Lloro con facilidad, y no por culpa de la edad. Pero esta vez me vi obligado a romper en sollozos cuando Sigifredo, para expresar su infinita gratitud a Piedad Córdoba, la comparó con la mujer del médico de Ensayo sobre la ceguera. Pónganse en mi lugar, miles de kilómetros me separaban de aquellas imágenes y de aquellas palabras y el pobre de mí, deshecho en lágrimas, no tuvo otro remedio que refugiarse en el hombro de Pilar y dejarlas correr”.

Su última arremetida, la batalla decisoria que le jugó a la muerte; ya para entonces una vecina que asediaba diariamente, fue su novela Caín, escrita en cuatro meses y publicada con polémica en 2009. “Cuando el señor, también conocido como dios, se dio cuenta de que a adán y eva, perfectos en todo lo que se mostraba a la vista, no les salía ni una palabra de la boca ni emitían un simple sonido, por primario que fuera, no tuvo otro remedio que irritarse consigo mismo, ya que no había nadie más en el jardín del edén a quien responsabilizar de la gravísima falta”, fue con esta frase inaugural de su novela, exacerbando el humor que había habitado en toda su obra, con la que Saramago apagó su voz literaria. Era de esperarse que este hombre ni siquiera en los bordes de la vida, cuando los fantasmas más lejanos y fantásticos del cielo y el infierno acechan, se rebajara a coquetear con su prosa para ganar alguna redención para su alma. “Incluso un libro considerado sagrado, como la Biblia, permite —y exige— que intentemos leerlo por el otro lado. Y ese otro lado siempre rectifica ideas que teníamos, así como confirma otras”, dijo Saramago durante los lanzamientos del libro. “Caín es humillado por Dios, y mata a su hermano porque no puede matar a Dios, que es lo que quisiera”, dijo una vez más Saramago con las mismas convicciones que lo habían llevado en 1991 a publicar El Evangelio según Jesucristo , obra por la que abandonó su Portugal natal y fue a vivir a España.

Hasta siempre Maestro.







7 de junio de 2010

VIENTOS DE ALBORADA



VIENTOS DE LA ALBORADA,
VIENTOS DE ENSUEṄO E ILUSIÓN;
SON VIENTOS QUE EMBRIAGAN EL ALMA Y,
ENDULZAN EL CORAZÓN.

VIENTOS DE LA ALBORADA,
VIENTOS EFÍMEROS Y CON CANDOR;
SON AQUELLOS VIENTOS QUE TOCAN
TU MIRADA Y TE DAN CALOR.

VIENTOS DE LA ALBORADA,
VIENTOS DE VIDA Y NUEVA ILUSIÓN;
SON AQUELLOS VIENTOS DE ESPERANZA
QUE NOS LLENA DE TERNURA Y PASIÓN.
.....
AUTORA: LECHUCITA

http://lechucita48.blogspot.com/

7 de mayo de 2010

EPÍSTOLA A UNA ALDEANA




"Lo que me ha tocado vivir no debo reprochar; lo que viene a de esperar, no hay forma de renunciar ni renegar"


Javier M. Oncoy
(TRILCE)


"Estimado Amigo, suscríbeme en tus puños y libérame de esta condena; yo no sé ser como usted, no sé escribir una carta, hazlo por mí, describe con tus letras lo que digo o intento decir..."


Con esta frase, un desconocido cambió completamente la dirección de mi vida, ahora no soporto la idea de abrir el ordenador y encontrarme con una secta de mensajes dirigidos supuestamente a un Poeta que es capaz de describir lo que piensan; pero es un error pensar así; la escritura es una arma muy poderosa, capaz de atravesar muros enormes, viajar mundos desconocidos, te hace sentir un hombre libre, te hace soñar y vivir como nunca, sin ella es como un día sin sol; es como un árbol sin sombra, te sientes inútil y desplazable. El ser humano debe hacerlo y no pedir a alguien que lo haga por él, sólo así podrá combatir su batalla interna.


TRILCE


Esta mañana me levante más temprano de lo previsto; el reloj marcaba las 6:27 de la mañana, tuve un sueño terrible; más bien una pesadilla, tomé el control y encendí el televisor, el noticiero matutino anunciaba la muerte de un joven en una aldea lejana; no tomé mucha atención a los detalles y volví a recostarme. Algo en mí no me dejaba en paz, era como una especie de culpa, de resentimiento o sencillamente una nostalgia que despertaba conmigo. Como cada mañana me puse a revisar los mensajes en el e - mail; claro la bandeja de entrada rebalsaba más que nunca; la tempestad de los asuntos me dejaban atónito, fui pasando mensaje por mensaje dando unas ojeaditas nada certeras. Cuando iba cerrar sesión sentí un raro dolor en mi pecho, una sensación extraña y me impidió hacerlo; de pronto veo la pantalla del portátil y leí un título muy singular en el asunto de un mensaje, me llamó poderosamente la atención, seguro que lo hizo alguien que me conoce y sabe que no leo todo los mensaje. - Pensé.


Me quedé pasmado por unos minutos, el contenido del mensaje era aterrador, lo leí una y varias veces y aún no podía comprender realmente la intensidad del asunto; el fondo y la forma; el estilo venía de un iletrado o simplemente alguien quería jugar con mi capacidad interpretativa y deseaba conocer cuál era mi reacción ante la forma garrafal de la gramática suicida que me exponía. Se acercaba la hora de marcharme pero en mi mente se dibujaba aquella imagen ilusoria del mensaje; veía al muchacho en un precipicio dispuesto a saltar; veía a la chica leyendo la carta que tenía que escribirle, veía los padres entregados al dolor, veía el mundo entero en mi contra con ansias de verme morir a garrotes, sentía el odio de sus miradas, sus carcajadas burlonas me hacían pedazos y mi orgullo moría como un insecto consumido por una larva.
- ¿Será una mentira montada por algún compañero? - ¿Celo profesional? - ¿ Un juego de niños? Tomé el celular y llamé a la oficina.


- Aló.
- Joven Javier, qué gusto de escucharlo.
- Señorita Eliza me cancela la conferencia de esta mañana, dígale a Gonzalo que puede reamplazarme y el tema será a su elección, tengo una urgencia, disculpas al público. Adiós.
- Joven pero...


No hubo tiempo de decirle el motivo o no quise hacerlo, los minutos avanzaban a la velocidad de la luz; no podía seguir pensando más, debo actuar. ¿Pero que hacer?. Escribiré la carta del muchacho a su aldeana.


*****


Mi Más ansiada y soñada Aldeana :


*No hubo tiempo para decirte cuánto te amaba y después de esto te seguiré amando; ya no será de la misma forma, con la misma intensidad y con el mismo deseo de gritar al mundo y callarlo en segundos. Te amaré de la forma metafísica, imaginaría e ilusoria; más allá de que exista otra vida donde voy o que tú algún día llegues a saber que siempre quise apagar mi sed con un beso tuyo; siempre, siempre quedará ese deseo de querer y no hacerlo. Si aprendí a vivir es para amarte, aprendí a pasearme en tus jardines ocultando mi imagen es para que no miraras la amargura en mis labios, tratando de confesarte algo que no se podía.


Siempre viviste en mí, habistate en cada rincón de mi aldea, soñaba contigo cada atardecer y despertaba cubierto de una marea de lágrimas porque ya no estarías conmigo al amanecer; y, nuevamente sería la soledad quién charlaría conmigo. No te culpo de nada y seguro que ni sabrás quien soy; pero este amor fiel a su capricho sigue atormentando mi alma y es por eso que emprendo este viaje eterno.


Te amé y viví para amarte, fuiste un sueño que no pude realizar, tu existencia ha sido mi mejor obsequio a lo largo de esta odisea; fuiste el mejor poema que algún poeta pudo escribir, una canción infinita que nadie ha de cantar; y, siempre serás, la melodía que atreviese muros imposibles, y la deidad que no fenece ni con la sombra ni con el verano.


OH. Amada Aldeana, mujer casi irreal, sombra de mi figura, fulgor de mis ojos te dejo hoy sin que tu mirada conozca mi tristeza; sin que tus labios puedan proferir mi nombre. Nada me llevo de ti más que tu noble sonrisa y tu mirada dulce e ingénua; nada me llevo de este mundo más que tus quimeros besos en el otoño y tu suave voz perdido en la brisa. No seré ni poeta ni cantor, esta epístola se perderá en la arena y mis últimos segundos serán eternos como el amor que te profeso; no quedará nada de mí desde este día, mi amor se irá conmigo, morirá conmigo si me lees y no sonríes. No seré un olvido ni mucho menos un recuerdo, tan solo sé que mi voz está por apagarse y lo último que logro pronunciar es tu nombre mi dulce aldeana. Muere conmigo la sombra lejana de tu imagen, aquella risa de niña que golpea mi alma y el silencio de fuego que habitó en mi existencia. Aldeana te Amé para vivir, viví para amarte, fuiste mi mejor sueño, me diste paz en medio de la guerra, de mi guerra interna, me liberaste de mis reprimidas pasiones y me convertiste en un hombre de verdad; tan solo con existir, perdóname por amarte así; pero solo así te pude amar, y así muero hoy en silencio como la forma que te amé. Gracias mi bella aldeana.


Con Infinito Amor.


Jhamys*



Hice todo lo posible para llegar a aquella aldeana que aún no conozco; pero en este momento me devasta el sentimiento de culpa; si tan sólo pude investigar profundamente, otra hubiera sido la historia; no sé quién soy en este momento, las botellas de Bacardí lucen vacías como las calles de Puerto Rico en Viernes Santo; he bebido despiadadamente, he castigado mis entrañas de una forma cruel, estoy ebrio, veo el mar desde aquí agigantarse, veo el palacio de Santa Catalina, las pasivas aguas de Laguna Grande, la gente caminando por el Paseo de la Princesa y siento la piel mojada, veo los niños jugando en las playas de Isla Verde, todo esa belleza caribeña se dibuja en mi mente como una especie de sombra. Veo a Jhamys en el puente dispuesto a todo y la impontecia de no poder hacer nada; veo a la afable aldeana sonriendo como lo expresa su amante perdido que no conoce. ¿Por qué el mundo es injusto? ¿Por que el amor es tan perverso a veces o siempre? ¿Por qué los sueños quedan marchitos? ¿Por qué un muchacho que ama se va quitar la vida porque la amada no le corresponde? Miles de preguntas rebalsan en mi cabeza y no hallo respuesta alguna y solamente intento ponerme de pie y caminar sin rumbo.

Es así que escribí la carta de Jhamys a su aldeana, muchas veces el silencio es una daga que es empuñada por una mano invisible y te da en el mismo corazón; y ya no hay tiempo para expresar todo lo que tenías que decir.


San Juan - Puerto Rico 2010


JAVIER M. ONCOY
TRILCE

22 de marzo de 2010

ENTRE LA PASIÓN Y LO VIRTUAL UN CAMINO IRREAL

POR JAVIER M. ONCOY
(TRILCE)

ENTRE LA PASIÓN Y LO VIRTUAL UN CAMINO IRREAL


¿La tecnología es arma de destrucción masiva o un círculo que te encierra en el silencio pasivo?

Desde la época del colegio he escuchado hablar a los "abuelos", que el mundo se convertiría en una especie de competencia global por dominar la especie humana, una lucha por el poder y dominio universal. Que las grandes potencias sacrificarían millones de vidas humanas para establecer un solo principio de existencia y que volvería a su apogeo las épocas hitlerianas - napoleónicas. Hablaban también de la aparición de objetos o aparatos que haría lo que un hombre en cien años y desplazaría completamente al ser humano de su inteligencia, creatividad y libertad de pensamiento.
Cierto es que nací en una pequeña aldea, me crié en medio de la naturaleza real, pura y bebí la esencia del sol cada mañana y descubrí el misterio de la noche. Los sueños incomprendidos me llevaron al mundo exterior, aprendí el lenguaje de la vida y empecé largas jornadas de odisea por los senderos del universo. Recordaba siempre las sabias palabras de mi abuelo Andrés, Él cada noche me dejaba un legado en mi pensamiento, su mirada expresaba un mundo vivido y dejaba en mí, una coexistencia como para no dejar de sellar en una lápida las historias escritas en su mundo. Mi abuelo "predecía" el futuro de la vida, si se tratara de un viejo sabio estudiado diría que lo leyó en algún libro; pero él con solo primero de primaria hablaba cuán nostradamus u otro profeta. Afirmaba que sus abuelos les contaban aquellas historias cómicas y muchas veces tristes que me transmitía; hablaba de las guerras nucleares, del avance tecnológico y del fin del mundo a través de raras transformaciones del planeta. A pesar de su Fe religiosa y fervor por Dios, no estaba en su filosofía el castigo divino; sino que la humanidad se autodestruiría y que la madre naturaleza no soportaría más el abuso del hombre y así sería el fin de la existencia humana. Cuanta razón tenía mi abuelo Andrés al decirme las cosas, que la juventud se ha perdido en las drogas, que la moda sería una destrucción de las buenas costumbres; que la tecnología sería un bien y mal porque haría del hombre un ente inútil y desplazaría de sus fuentes de trabajo, que el hambre y la miseria devastaría las sociedades enteras y el agua iría desapareciendo. Tantas cosas sabía ese señor ochentón que aún respira como un adolescente y ama como un poeta; ahora que escribo este artículo recuerdo mi niñez, mi adolescencia, mi vida universitaria, cuánto cambia la rutina del ser humano; la juventud estudiantil ya ha perdido la pasión por la lectura o simplemente no lo hayan tenido desde niño; los libros se empolvan en las bibliotecas que lucen vacías como los bolsillos de los pobres. La tecnología ha arrasado completamente con las costumbres humanas, asesina diariamente los pensamientos, los ideales, los sueños de libertad y las pasiones del hombre. El amor sigue siendo amor pero está relacionado con la tecnología; las redes sociales son caminos para conformar amistades en todo el mundo, la versatilidad y la virtualidad son herramientas para esta nueva etapa que también fenece y seguro que aparecerá otras formas de existencia. La vida, el amor, las pasión, el deseo, las virtudes y los defectos, los malos sentimientos, la rutina; hasta el pensamiento que solo pertenecían al ser humano navegan en las aguas de la tecnología. Antes vivía extremadamente apasionado por la lectura, Vallejo, Borges, Joyce, Shakespeare, etc dormían en mi cabecera; ahora con mucha vergüenza diré que están allí nokia, motorola, Sony, etc. No es que haya perdido la pasión ni mucho menos la tecnología se haya apoderado completamente de mi pensamiento, sino que su uso es indispensable; tal vez sea cómico lo que diga pero a diferencia que antes podía ir al sanitario con un periódico para echar una ojeadita algún artículo, ahora uso el teléfono móvil para enviar algún mensaje de texto mientras haces tus necesidades; bueno cada quien aprovecha su tiempo a su manera, en lo que a mi respecta el tiempo es mi peor terror y lo temo más que a Dios. El mundo fenece, con él mueren los pensamientos humanos, no dejemos que la virtualidad mate nuestros sueños, nuestra pasión, nuestros ideales, esa libertad que tanto amamos por ser hombres, el amor que solo nosotros los humanos somos capaces de sentir; los sueños y las ilusiones son bellos reflejos de la existencia, sigamos caminando levantando los puños y los ceños fruncidos, somos seres únicos en este planeta llamado tierra que somos capaces de crear, de soñar y vivir por algo.

20 de marzo de 2010

HUARAZ UNA VISIÓN DE LA MODERNIDAD CULTURAL E IDIOSINCRASIA ETERNA

POR TRILCE














La historia se escribe a través del tiempo y el espacio, los actores principales son los hombres. Desde ese punto de vista esta vez apuntaré directamente mis puños para reivindicar la Noble y generosa Ciudad de Huaraz. 

Su gente, su idiosincrasia, su cultura, las fervorosas fiestas patronales hacen de la Capital Ancashina un Ciudad Turística. Las ciudades cercanas como Carhuaz, llamada "borrachera" por Raymondi, Yungay "Hermosura" y Caraz "dulzura"; son ciudades muy acogedoras. La madre naturaleza le ha dado al majestuoso Callejón de Huaylas una visión maravillosa, bajo la mirada del imponente Huascarán, uno de los nevados más altos del mundo, son también muy atractivos.

El Chavín de Huantar, cuya estructura arquitectónica es incomparable, La laguna de llanganuco, bello por sus aguas dulces y su colorido misterioso, así como también el nevado de pastoruri complementa e invitan al turista nacional y extranjero. Brevemente también no dejo de mencionar la céntrica ciudad de Huaraz, las riberas del río Santa, los baños termales de chancos, uno de los más atractivos y naturales del mundo. Para terminar este artículo enarbolo el arte culinario y los tragos exóticos que se degusta en visita a Huaraz, el picante de cuy, el chocho, la sopa de llunca y el puchero son los principales atractivos y no hay paladar que se resista. Sin dejar de beber la rica chicha de jora. Agradezco al diario el Mercurio de Santiago por hacer honor de publicar este artículo en una de sus prestigiosas ediciones.



JAVIER M. ONCOY
(TRILCE)