2010

"BIENVENIDO A MI BLOG"

28 de abril de 2013

QUO VADIS


"Yo no creo en el destino, para mi el destino no existe, yo creo en lo inevitable pero no en eso que llaman destino, no puede ser que todo lo que hago es un burdo juego al azar"'.


I
*****

Valeria empezó narrar detalladamente la historia que había vivido una semana antes de llegar a la costa, Andrea la escuchaba atentamente e iba grabando en su memoria cada detalle de la historia.

- Yo conocí al poeta, cené con él y por poco terminamos en la misma cama. Sonrío. Valeria se preguntaba si el destino es tan caprichoso o son las personas que buscan satisfacer sus caprichos y hacen lo que sea para lograrlo.

- Voy contarte algo Vale, algo que leí en alguna página y que me gustó mucho, yo me siento la protagonista, siento como si en cada línea de la historia estoy yo. Valeria tenía en sus manos la nueva revista de literatura que se había publicado el día anterior.

- Hablas sobre el contenido de esta revista?

- Cómo es que te llegó eso en tus manos, tan pronto?

Andrea estaba incrédula pero de todas formas ella empezó narrar la historia. Ordenaron margarita, la uruguaya recibía una llamada. Ya lo llamo, colgó el teléfono y se concentró para escuchar lo que le decía su hermana.

(...)

- No sólo tiene un club de lectoras, sino una hermana muy celosa, que no le deja estar con nadie, dice que alguna chica le lastimó mucho y ella tiene miedo que lo vuelvan hacer. Me enamoré Vale, es un hombre muy culto, interesante, educado, habla con una personalidad y soberbia excitantes, conoce el mundo porque viaja mucho y sabe prácticamente de todo y eso le hace encantador, y le suma muchos puntos, no es guapo pero tiene y posee lo que toda mujer quisiera y no hablo de dinero, su mirada, la seguridad en sí mismo, es espontáneo y sabe tratar a una mujer. Puedes pasarte la noche entera conversando con él sin aburrirte y no dejas de reír un instante, es muy diplomático y con una etiqueta que me encanta.

-Andrea.

- Lo sé, es un arrogante.

Andrea solo había conocido a él por internet hace mucho tiempo pero ahora ella estaba narrando su periplo por Colombia; y, ya se había convertido en poeta y profesora de castellano, ahora se sentía capaz de enfrentarse y demostrar que no sólo era una ilusa y romántica que veía volar los cerdos.

- Hay una chica, se llama Abigail y es muy guapa.

- Valeria estaba ebria y abrazó a su hermana, ambas empezaron cantar.

(...)

- Voy contarte con detalles, él estaba muy nervioso, le prometí que le enviaría mi artículo, y seríamos coautores, me hubiera gustado ser la editora, pero Abigail está en ese papel, así que me conformaré con narrarte esta historia. Andrea empezó.


II

*****

Cuando acepté participar en el congreso como ponente, ella estaba convencida de que yo entendía su mundo, lo cual no una era una verdad absoluta. Mi único interés era llamar su atención, el único motivo que me llevó hasta esa ciudad desconocida y una cultura casi desconocida, era una sensación que yo no aceptaba, una sensación que seguía evolucionando de manera sutil y devastadora.

Yo, estaba confuso en mi nuevo universo, no quería cambiar el momento bajo ningún concepto, aunque me viese empujado por una fuerza desconocida.

- Tengo miedo -  me dijo en cuanto me vio -, pero debo aceptar el momento. Tengo que volver a creer.

-Tienes una gran experiencia de vida. Has aprendido con los grandes maestros, con los mejores amigos…

- En primer lugar, no es exactamente así. ¿Qué significa aprender: acumular conocimiento? ¿O transformarlo en nueva experiencia?

Le sugerí que saliésemos esa noche a cenar y beber alguna copa. Aceptó la cena, pero rechazó la copa.

- Respóndeme -  insistió, mirándome fijamente los ojos.

- ¿Aprender es colocar las cosas en la biblioteca o deshacerse de todo lo que no sirve y seguir el camino más sencillo?

Allí estaban los libros que tanto me había costado comprar, leer, subrayar. Allí estaba mi personalidad, mi formación, mis verdaderos maestros.

- ¿Cuántos libros tienes? Más de mil, me imagino. Y, sin embargo, la mayoría de ellos no los vas abrir nunca más. Guardas todo esto porque ya los leíste no crees.

-¿No creo?

….

El que cree en los libros leerá y va descubrir un mundo diferente, a medida que descubre, puede completar los espacios en blanco que dejaron los escritores a propósito, para provocar la imaginación del lector. Y, cuando completas esos espacios, empiezas a creer en tu propia capacidad.

- ¿A cuanta gente le gustaría leer los libros que tienes aquí pero no tienen dinero para comprarlos? Mientras tanto, tú te quedas con esta energía estancada, para impresionar a los amigos que te visitan. O porque no crees que hayas aprendido nada con ellos y vas tener que consultarlos de nuevo. Esto ya es un desafío inmortal – Pensé.

Creí que ella estaba siendo muy dura conmigo. Y eso realmente me fascinaba.

- ¿Crees que no necesito esta biblioteca?

- Creo que tienes que leer, pero no tienes que guardar todo esto. ¿Sería mucho pedir que salgamos ahora, antes de ir al restaurante, repartiésemos la mayoría de ellos entre la gente que nos crucemos en el camino?

- No caben en mi auto, además no llegaríamos a tiempo para cenar. Además, has venido aquí porque te sientes insegura de algo, y no para decirme lo que tengo que hacer con mis libros. Sin ellos me sentiría desnudo, vacío e incompleto.

- Ignorante, quieres decir.

- Inculto, si buscas la palabra correcta.

- Entonces, tu cultura no está en tu corazón, sino en tu biblioteca. Me sentenció.

Ya era suficiente. Cogí el teléfono, reservé la mesa, dije que llegaría al cabo de media hora. Andrea quería huir del asunto que la había llevado: su profunda inseguridad le hacía ponerse a la defensiva, en vez de mirarse a sí misma. Necesitaba un hombre a su lado, y     -- ¿Quién sabe?- si no me estaba tanteando para ver hasta dónde podía llegar YO, usando esos artificios femeninos para descubrir que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella.

Cada vez que estaba con ella, mi existencia parecía justificada. ¿Era eso lo que ella quería oír? Pues bien, hablaría con ella durante la cena. Podría hacer cualquier cosa, incluso olvidarme de la mujer de la que estaba enamorado ahora y que estaba muy lejos, pero, por supuesto, no iba repartir mis libros nunca.

Volvimos al tema del congreso en el taxi, aunque en aquel momento yo estaba dispuesto a decir lo que nunca le había dicho: hablar de amor, un tema que para mí era mucho más complicado que hermenéutica, socialismo, filosofía oriental, pintura, arte, música, tradiciones africanas, etc., etc.

- No tienes que preocuparte –  le dije, sintiendo ganas de cogerle la mano -. Todo irá bien. Puedes hablar de poesía, de cómo influye las costumbres de un pueblo en la literatura actual, habla de cosas que tú sabes.

- Si lo hago, nunca descubriré lo que no sé. Cuando esté allí, tengo que dejar que mi mente esté callada, y que mi corazón empiece a hablar. Pero es la primera vez que lo hago, y tengo miedo.

- ¿Te gustaría que fuese contigo?

Ella aceptó al momento. Llegamos al restaurante, pedimos vino y empezamos beber. Yo, porque necesitaba coraje para decir lo que pensaba que estaba sintiendo, aunque me pareciese absurdo amar a alguien a quien no conocía bien. Ella, porque tenía miedo de decir lo que no sabía.

A la segunda copa, me di cuenta de que sus nervios estaban a flor de piel. Intenté coger su mano, pero ella la retiro delicadamente.

- No puedo tener miedo.

- Claro que puedes, Andrea. Muchas veces siento miedo. Y aun así, cuando es necesario, sigo adelante y me enfrento a todo.

Noté que mis nervios también estaban a flor de piel. Llené nuestras copas de nuevo; la mesera venía a cada momento a preguntar por la comida, y yo le decía que ya elegiríamos más tarde.

Hablaba compulsivamente sobre cualquier tema que me viniera a la cabeza. Andrea escuchaba con educación, pero parecía estar lejos, en un universo oscuro, lleno de fantasmas. En un determinado momento me habló de nuevo de su amiga uruguaya, que me ‘’conocía’’ por ella, que era fiel seguidora de mi diario y lectora empedernida de mi blog, que su estudio estaba repleta de recortes de periódicos de las columnas que escribía y las paredes cubiertos de poemas y muchos discos grabados de mis discursos. El vino se quedó sumergido en mi garganta, frente a mí, estaba Alejandra, la muchacha aprendiz de poeta que soportaba todos mis ‘’insultos’’ en alguna fenecida página. Dedícate hacer otra cosa, como aprender hacer pan y no ande pensando que los cerdos tienen alas y el romanticismo va solucionar tu decaído intelecto, y no pretenda que le llame poesía a las triviales notas garabatosas y guturales, y dulzainas que escribes. Me lo hizo recordar con sus puntos y comas.

- ¿Aún piensas que el amor es el arma que vuelve estúpido al ser humano? No podría creer que el destino podría jugar conmigo de esa manera, estaba bebiendo vino con la muchacha que hace seis años atrás me había escrito desde su natal Buenos Aires, un poema diciendo que ‘’así sea en 10 años podré brindar contigo’’ .

-  Salud poeta.

-  Salud Minerva.

-  ¿Alguien te ha enseñado amar alguna vez? – Fue su pregunta del momento.

¿Acaso estaba leyendo mis pensamientos? Yo quise preguntarle lo mismo, quería saber si su auto-promesa poética:  ‘’Mi corazón es tuyo’’ , ‘’mi corazón te pertenece, solo me quedaré con él cuando me vea en tus ojos oh poeta’’, ‘’mi corazón son mis versos que tú miras con desprecio, yo no soy elegante con las palabras como tú con tu pluma’’- ‘’yo no espero el tiempo, no miro el reloj, yo espero tus ojos y tus manos tocándome el pelo/ Oh poeta que escondes tu tristeza en tu coraza de madera, tu arrogancia es visible pero tu alma es noble."

Sus ojos brillaban, no sé si de alegría o porque estaba llorando en silencio y tenía miedo de hacer brotar sus lágrimas.

- En tu blog he visto pasajes muy hermosos, sin dejar esa tristeza y la soledad que te caracteriza, no dejas de ser misterioso, místico y muy humano. ¿Pero le escribes a alguien muy especial? Lo digo porque la mayoría de poemas son como una cadena, son como a un amor muy lejano, un amor no correspondido, hay mucho dolor y soledad. ¿Aprendiste amar? Aprendiste: Crees, dudas, por lo tanto amas.

-Andrea…

Vacilé, pero conseguí distraer su ataque, aunque mi intención era decir algo diferente.

- Tal vez sea hora de pedir la comida ¿Me ayudas elegir por favor?

Me di cuenta que todavía no estaba preparado para hablar de cosas que perturban mi mundo. Llamé a la mesera, le mandé traer la entrada, otra entrada, plato principal, postre, otro postre, y otra botella de vino. Cuanto más tiempo, mejor.

- Estás raro. ¿Es por mi comentario sobre tus libros? O ¿Porqué te pregunté sobre el tema del amor?. Sobre tus libros, puedes hacer lo que quieras, no estoy aquí para cambiar tu mundo.

Yo había pensado en esa historia de cambiar el mundo unos segundos antes.

- Andrea, siempre me dices… mejor, tengo que decirte algo que sucedió en estas últimas 24 horas, desde que te vi ayer en la apertura del congreso. Hablando de libros y otras cosas, cosas que se acumulan y que ocupan espacio. Tal vez tengas razón. Hay algo que deseo darte desde que te escuché hablando de temas sociales en el auditorio. Se hace cada vez más pesado en mi corazón.

- No sé a qué te refieres.

- Claro que lo sabes. Hablo de algo que estoy descubriendo ahora y haciendo todo lo posible para destruirlo antes que se manifieste. Me gustaría que lo recibieses; es lo poco que tengo de mi mismo, pero que no poseo. No es exclusivamente tuyo, porque hay alguien en mi vida, pero me haría feliz si lo aceptases, de todos modos. Cómo dice el poeta Gibran: ‘’Es bueno dar cuando alguien pide, pero es mejor todavía poder dárselo todo al que nada pidió’’. Si no digo todo lo que estoy sintiendo esta noche, seguiré siendo aquél que simplemente es testigo de lo que pasa, no seré el que vive.

Respiré hondo: el vino me había ayudado liberarme. Ella apuró la copa y yo hice lo mismo. La mesera apareció con los platos, haciendo comentarios respecto a la comida. Nosotros dos manteníamos los ojos fijos el uno al otro, como nunca me sentía intimidado, el silencio era aterrador. Yo la imaginaba levantándose de la mesa, hablando de un supuesto novio, o dándome su gratitud pero que más le preocupaba su presentación del día siguiente. y se tenía que ir.

- ¿Hay algo que se pueda guardar? Todo lo que poseemos un día será dado. Los árboles dan su fruto para seguir viviendo, pues guardando es poner fin a sus existencias.

Su voz, aunque baja y un poco pausada por culpa del vino, lo calaba todo a nuestro alrededor, decía muchas cosas sin sonreír. Me parecía estar hablando con una esfinge.

 -Es del mismo poeta que acabas de citar; aprendí muchas cosas, no lo tengo sus libros en el que lo escribió; sus palabras los guardé en mi corazón.

Bebió un poco más. Yo hice lo mismo. Ahora creí inoportuno preguntarle si lo había aceptado o no. Me sentía mejor así.

- Cenemos y degustemos la comida, déjame presumir pero la comida peruana es la mejor del mundo. Ella sonrío.

Hablamos de libros, de biblioteca, de poetas, hablando compulsivamente, arrepentido de haber pedido tantos platos; era yo el que deseaba salir corriendo, porque no sabía cómo seguir llevando la conversación, y porque no era mi estilo aburrir a una mujer, pero me sentía profundamente derrotado.

Al final, me hizo prometer que iría a conocer su casa, donde vivía con su madre, su hermana y un perro, y aquello fue para mí una señal. Ella quería volver a verme, había aceptado lo que yo inconscientemente soñaba con ofrecerle desde el momento que la vi hablando en el auditorio municipal.

- ¿Quieres decirme algo más? Fue su pregunta final antes que abordáramos el taxi rumbo al hotel donde estaba hospedada. En ese momento entraba la llamada de Abigail.

- Es ella. Es tu novia, la peruana que tiene enloquecido, no me llames.

No tuve tiempo de decirle lo que quería decirle, el taxi desapareció raudamente antes mis ojos atónitos, pero ella estaba ebria y eso me tenía preocupado. Decidí seguirla, al llegar al hotel y preguntar por ella, recibí como respuesta que no quería ver a nadie.

- Me voy. No estaré mañana en el auditorio, te deseo suerte y no tengas miedo. Fue mi mensaje de voz. Minerva logró levantar el auricular y me contestó. No puedes hacer eso, es un gran día y sin ti sólo será uno más. Me sentí aliviado pero dentro de mí había algo que me decía que tenía que despedirme y no seguir con esa sensación que me atravesaba todo el cuerpo.

- ¿Adónde pensabas irte? Me comentaste que al Perú no tenías ganas de volver.

- Me voy Canadá.

Una larga pausa de silencio que me mantenía inquieto, pude sentir su tristeza y su desacuerdo.

-¿Por qué no me lo dijiste desde el principio que te marchabas? Tenías que hacer todo este ritual de… para largarte.

- Debo irme Andrea.

- Te vas porque tienes miedo, porque no quieres decirme lo que deseo escuchar.

Era casi las 3 de la madrugada, veía mis libros volando por la costa, Abigail seguía insistiendo con su llamada, necesitaba estar solo, concentrarme, la decisión de mi viaje a Montreal estaba hecha, colgué el teléfono sin decir una palabra y empecé caminar por el asfalto y no precisamente al hotel donde me estaban esperando mis colegas.


III

La imaginación lleva a la abstracción, la abstracción, a la creatividad, la creatividad al arte y el arte a la imaginación.

*****

TRILCE

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21 de abril de 2013

TRAVESÍAS INMORTALES: Juego de Cartas


                                         "Sólo lo difícil es estimulante..."
                                                    JLL



*****

 
 
No recuerdo si era el 9 de Octubre pero cuando mi amigo me contó que había conocido a una chica de Huaraz pensé en mi padre, la noche avanzaba muy lento a ritmo de alcohol y debate sobre el próximo presidente de República Dominicana, Samanta me susurraba al oído que nos fuéramos a otro lugar y mi celular no dejaba de vibrar confundiéndome entre la aceptación de Sami o responder la llamada.
Los problemas tan graves que se había metido mi amigo  era de soluciones rápidas, había pasado más de un año que terminó con su novia venezolana y ahora vivía en medio de la tranquilidad y el caluroso cariño de sus amigas  hasta esa bendita noche que aceptó una solicitud de trabajo donde le decían que tenía que viajar al Perú. Se sentía muy raro imaginar que una desconocida empresa contrataría personal de otros países pero él se quedó meditabundo toda la madrugada hasta que recibió la llamada de Claudia para confirmar o no su presencia en la reunión de accionistas.


*****

Cuando vi que mi amigo Alfonso deliraba pensé que había excedido de licor pero no tenía aliento de haber bebido, las calles de Santo Domingo Lucían vacías, era un día festivo, el mismo día que Alfonso y Yo llegamos para saludar a Giulliana, pasaron muchas horas para conciliar el sueño, mi pensamiento estaba en mi padre, me enteré que había tenido una discusión fuerte con los hermanos por culpa de un préstamo familiar.
Iba viajar lo más pronto posible pero Blanca estaba aún estudiando en la universidad resolviendo sus exámenes parciales, era su primer año y no quería perder las materias para no manchar su hoja de vida; así que me tocó esperar un determinado tiempo.

- Ya salió el Bus

Alfonso y yo decidimos salirnos de esa reunión para esperar a Vampirita, ella viajaba sola y seguro que llegaría a la madrugada, nos alegramos completamente por la llegada de la amiga entrañable y fuimos caminando hasta la avenida principal donde quedaba el terminal de buses.

- Ya anunciaron la llegada de ese bus

Alfonso saltaba de alegría, yo iba por un café, el frío de la capital era aterrador, aún no podía distinguir las calles, eran como las 4 de la mañana y me senté al lado de una señora que me recordaba a Mamá y charlamos un largo rato hasta que ví aparecer la bella imagen de Blanca por los pasadizos de la terminal, le dije a Alfonso que fuera ayudarla con el equipaje y él salió corriendo a perderse entre abrazos con la amiga del alma.


*****

La plaza estaba casí vacía, son las 2 de la madrugada, aún falta como 3 horas para la reunión esperada, era la sexta taza de café que me bebía y la señora que vendía golosinas me mostraba sus conocimientos de la vida, el amor, las decepciones, prácticamente me hablaba de todo, como nunca, yo no lo refuté nada por que en verdad no había nada que refutar, estaba de acuerdo con ella, sus palabras eran como agua diluyéndose por mi garganta hasta llegar a mis entrañas y terminando mojar mi corazón, era tal la alegría de escuchar a la señora desconocida, Que estaba decidido enfrentar el mundo por el amor de vampirita, no me importó las críticas de la sociedad ni las reacciones de mi familia, especialmente de mi hijo, esa madrugada era eterna porque pronto llegaría ella para expresarle todo sentimiento que moría dentro de mi y Alfonso como siempre me daba su apoyo.

-Hermano, Blanca no sabe mentir seguro que va llegar.

*****

Nunca voy olvidar aquella madrugada de Agosto, se celebraban dos fechas muy importantes, el cumpleaños de mi Madre y la llegada de mi futura jefa de mantenimiento, las vacaciones no duran para siempre así que tenía que aprovechar lo máximo mi estadía con ella para manifestarle mis pensamientos y de paso ganarme su total confianza para ver si existía la posibilidad de aumento de sueldo, Blanca era una mujer muy tierna y todo pero tenía un carácter impredecible cuando estaba de mal humor, así que las lecciones de la vida no eran por puro gusto, decidí guardar silencio durante todo el trayecto, en mi pensamiento viajaba de como empezar la conversación y me dije ¿y si le cuento una historia para entrar en confianza?. No soy tan bueno para eso pero me inventaré uno.
Antes de empezar a narrarle alguna historia o un cuento ordené café para ella y para mi agua fría para no quedarme sin saliba, ella sonreía tiernamente, tenía mirada triste, eso es algo que me confundía si estaba alegre o enojada, o era por el frío.

"Los escritores pueden mentir pero dicen la verdad, los periodistas dicen la verdad y pueden mentir, los escritores dicen la verdad para que la verdad sea algo real, algo como que sus sueños se hicieron realidad y se hará inmortal para la historia"

-Sabes, gracias por venir, estoy agradecido, muy agradecido por haber tomado esa decisión, no te prometo nada solo amor y lealtad. No podría empezar de esta forma entonces decidí narrarle en primera persona algo que le sacara de esa tristeza, quería que los personajes fuéramos nosotros dos para darle emoción a la historia que estaba a punto de escribir y empecé:

"Nada podría quitarme lo que gané con tanto sacrificio, ese día que te esperé en la puerta de tu casa en Huaraz, estaba en duda de seguir esperando unos minutos más o marcharme y decirte que toda era una broma de mal gusto pero recordé que por algo así, siento que estoy pagando hasta ahora.

- Feliz día de los inocentes

Aquella noche la había ilusionado pero en  el fondo el sentimiento existía, esas palabras no me dejaba dormir tranquilo, viajé por todo el mundo para olvidarte pero no ha sido posible, cuando estuve en Puerto Rico conocí a una mujer muy bella que me recordaba a ti por su forma de expresar sus sentimientos. Saliste rodeado de la duda y te ví diferente (en realidad nunca te había visto), quise abrazarte con total ternura pero tu reacción fue muy fría y lo noté en segundos, caminamos por las calles buscando donde tomar un helado, era tarde y ya no fuiste a la universidad, pero la tristeza en tus ojos no desaparecía, ahora creo era tristeza y sorpresa muy profunda.
Salimos unas cuantas veces, llegaste a casa y Mamá te recibió con alegría, mi padre estaba de viaje y nos reímos de la película que escogió Yanuri, quería o tenia deseos de besarte pero tu mirada expresaba un "no", así que solo nos dimos un simple pico que guardo hasta ahora.
Me regresé con enorme tristeza pero con una esperanza de cumplir un sueño llamado Blanca, no me importaba nada en ese momento, te escribí una carta cuando pasaron algunas semana y tu respuesta expuso a mi corazón al olvido y al dolor.

- El que no se riega se marchita...

Ha pasado bastante tiempo cuando recibí la mejor noticia del año o mejor decir de mi vida, decidiste viajar a verme o despedirte de mi pero cosa que venías y eso me dio prueba a mi fe de tenerte conmigo por lo menos unas horas antes de regresarme a España, donde me esperaba mi hermana Samanta para celebrar sus cumpleaños y la graduación al mismo tiempo, eso si me tenía muy feliz, por fin hermanita se recibiría de ingeniera de Telecomunicaciones, toda la familia estaba muy feliz por tamaño logro y objetivo conseguido.
Cuando te vi aparecer en la madrugada, allí apenas creí que eras capaz de todo, yo me había despedido de mi familia, mi ausencia se justificaría dulcemente, estaba contigo, eres la vampirita de siempre, la vampirita de ensueños sin horizonte pero que quería ilusionarse para olvidar el sombrío y aterrador pasado, sé que aún los recuerdos te persiguen, eso no lo dudo pero la forma más precisa de olvidar así sea lentamente es esta, estas recostada en la cama de la habitación principal, el apartamento no será muy lujuso pero es acogedor y seguro no te arrepentirás de haber venido de tan lejos. Mi hermana Samanta es la que más alegría muestra por este encuentro.

- Hermanito tienes la gran oportunidad de tu vida y es muy merecido.

Salí comprar una cosas y no quería despertarte, te veía tan tierna dormida que salí sigilosamente a buscar algo que se sintiera como desayuno, llegué luego de corto paseo y estabas despierta hablando a suave voz por el celular, la escusa que decía en ese momento llenaron mi corazón de tristeza, claro que era tristeza pero nada importaba por que ahora estabas conmigo en la habitacíon y mi objetivo era no aburrir tu estadía.

-Puedo besarte?

Nada de respuesta pero tus labios me encantaban, tienes los ojos tristes y la mejilla enlagrimada, la emoción se controla, la pasión se eleva y decidimos jugar una partida de póker para calmar la mañana intranquila, apostamos desnudarnos lentamente cada vez que alguien perdía la partida. Perdiste, te dije que soy un experto en las cartas (también tú) eso me decía Katerine, pero cartas de tarot, eso es un punto aparte, te veía tan hermosa, el deseo se hacía incontrolable, la pasión me fulminaba y mi corazón latía a mil por hora, estabas tan vulnerable que lo único que tenía que hacer era desprenderte de la última prenda que cubría tu silueta para entrar en universo complejo, profundo extasiado de frenesí el calor y la pasión desbordante.
 
Tu mirada me decía que no temía nada, estabas dispuesto a perseguirme y terminar con mis tímidos besos y me paseé en tu boca por largos ratos hasta no poder controlar mi ilusa trayecotoria, me dejé vencer no solo por la pasión sino por el amor que agonizaba y destellaba al mismo tiempo, y tú seguías a ritmo de versos mis besos y cerrabas los ojos para ver mi alma que en ese momento era completamente suyo.Todo los sueños están para cumplirse, aquella mañana cumplí uno de miles y no hay forma de olvidarme de esa bella historia, aunque pasen muchos años siempre vivirá en mí por que te amé como nunca, apesar que tus recuerdos remotos se apoderen de ti y te haga sumisa de ilusiones, ya eres parte de mi existencia, así sea efímera.
 
 
-  Pensé que no eras real .... Es real.
 
La noche se perdía en medio del silencio, tu silencio, quise renunciar a todo, el dolor consumía mi alma y llamé a un viejo amigo; No, no puedo perder un minuto, ella es mi evocación, viajé miles de kilómetros solo para verme en sus ojos y no podría irme dejándola sola.
 
- Soy Enrique VIII, cantaré hasta que aceptes salir conmigo.
 
Las calles se inundaban de luces y aires festivos, el bullicio era demoledor, Blanca y Alfonso caminaban buscando alguna cafetería pero terminaron en alguna barra bebiendo cerveza, ella cantó en el karaoke, sentía su voz en mis ojos deslumbrando mi alma, haciendo latir mi corazón, una voz musical, tierna y aterkopelada. El invierno se hizo sentir, la madrugada avanzaba a todo galope,ellos salieron primero y yo esperé el cambio, subieron en algún taxi y se perdieron en me medio de la lluviosa noche y yo solo me quedé imaginando escenarios de poesía y licor.
 
- ... No respondes el celular ... Pásalo súper bien, sé que estás con tu vampira.
 
 
Era el mensaje de Kate, Alfonso no pudo responder el celular, cuando de pronto alguien tocó la puerta y el momento que fui  abrir, una muchacha me abrazó por la espalda. Era Blanca, estaba muy nerviosa pero muy prendida, la invité sentarse, apagué el teléfono y el sonido de la madrugada, el invierno, el silencio, alguna vieja alfombra serían los últimos testigos de mi apasionada locura. La locura más grande que podría tener hasta ese momento "Para qué describir lo que hicimos en la alfombra,si basta con decir que la besé hasta la sombra".Todo era real, sus ojos, su cabello, sus manos, su mirada, su risa, su pechos, sus ilusiones, todo lo que  habíamos hecho en la lejana imaginación estaban encendidos aquella madrugada de Agosto, ya no era simplemtente una visión o una quimera, alguna pasión virtual o las madrugadas imaginarias, pude sentir el aroma de su piel y la lucidez de sus dedos apretujándome la espalda. Alfonsó tenía razón, ella era para amarla y no para lastimarla.
 
 
-  Son casi medianoche ...
 
La vampira descansaba en las rodillas de Alfonso, el bus se tardaba una eternidad, yo había salido comprar café y pude sentir ya, la ausencia que estaba a punto de llegar, había sido los mejores días de mi vida,  cuando regresé, Alfonso acariciaba el cabello de su amada y ella recostada tiernamente y cuando  me vió sentí en su mirada la culpa, sus ojos se encendieron y no pude resistir el deseo de tenerla nuevamente conmigo, disfrutando de sus caricias y sus labios, pero ya era imposible, mi amigo podría empezar sospechar de mi deslealtad y sería el fin de mis días.
 
 
 
- Vampirito ..... Mi maleta le enviaron a Trujillo.
 
Su voz alegre pero con enojo o rabia me hizo volver al recuerdo anterior, me culpó de la mala suerte y bien, yo había comprado los boletos de los dos, Alfonso y Blanca quería viajar en otro Bus pero quise que viajaran en buena comodidad y terminé siendo el malo de la película. Fui hasta la terminal de buses y mejor ni menciono las cosas que dije a la pobre muchacha que solo me atinaba mirarme con suma  tristeza.
 
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JAVIER M. ONCOY
 
TRILCE

Todo los Derechos Reservados

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2013

19 de abril de 2013

TRAVESÍAS INMORTALES : NOCHES DE LOCURA


"Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaos sin cesar! con vino, poesía o virtud..."

*****

...

- Ingeniero dijiste que ella es diferente, es la razón por que quería saludarla y la llamé, le dejé un texto y no quizo responderme.

La sala donde escuchaba la música latinoamericana, especial pedido de Alfonso, perdía su color, las luces se iban apagando poco a poco, solo quedaban Estéfany, Yelene, Tutto y el mismo Alfonso, el debate o desafío se había elevado a los niveles de locura mayor. Yo me sentí un animal en ese momento y decidí descargar mi furia en la pista, nunca temo un reto y la adrenalina es una virtud que embriaga mi ímpetu y bajo los efectos de la vodka, soy capaz de enfrentarme al mismo demonio con mi lengua entre mis rodillas. Alfonso murmuraba en los oídos de la bella Estéfany, Tutto seguía escribiendo el último mensaje a su hermana Polola para convencerla que lleve el automóvil hasta el escenario de la muerte y Yelene dormitaba con la copa en su mano y de vez en en cuando sonreía a la pareja que en ese instante se besaban apasionadamente.

- Ingeniero, lo siento, todo lo que le dije es mentira, yo soy bien mujer y estoy encantada de haberos conocido, pero no tienes que marcharte justo ahora. 



La belleza de Estéfany ya era comentado por todos los amigos del grupo, la ejecutiva de una multinacional se hizo tan "famosa" en pocos días que Alfonso tuvo que lidiar con sus propios amigos para ahuyentarlos y no involucrarla en  esa secta de dementes infantes; pero fue imposible porque desde el momento en que ella escuchó sobre la competencia: "La madrugada de la Muerte"; ya no quizo dejarlo a su amigo y se pegó de él, como ....




*****



- Bueno niñas ha llegado la hora, gritaba Homero



Como nunca, como siempre, como muchas noches y jornadas de demencia, el tiempo seguía su curso, todos estaban reunidos allí, saltando, haciendo olas, gritando, con vítores de colegio, de aquellos escolares en paseo, nadie entendía a nadie, en medio de la oscuridad, todos los rostros no se diferenciaban, Yamilé, Helen, Luciana, Homero, el pequeño Ruiz, Gaby, La Polola, Verónica, Aldo, David y los amigos terceros que se había unido a la iniciativa de Homerito. Alfonso llegó en la camioneta de Yamilé,  junto con Yelene y Tutto, el semblante del conductor no se veía bien pero con todo ese griterío :



- " Alfonso", Alfonso"  le devolvió la sonrisa y los deseos de seguir en la competencia.




*****



- Oye ojitos tú te traes algo con la ingeniera eh, ambos están muy raros.



- Estamos muy bebidos, eso es todo, respondió escuentamente Alfonso - Lo que pasó entre ella y yo se queda entre nosotros como el poema que se recita en el alma bajo la sombra de la medianoche -  Dijo el amigo en sí mismo y fue saludando uno a uno a los participantes con una tradicional palmada, hasta llegar a Polola, un viejo amor de Alfonso, todos se quedaron mirándolos como se abrazaban extendidamente.



- Beso, beso,...  se atrevió gritar Gaby y todos le siguieron el juego de las palabras entremezcladas con - Hoy es el día señores. La polola no dudó en tomar el rostro de Alfonso y besarlo profundamente, ambos se quedaron luengos segundos besándose hasta la intervención de la loca Yami.



- Ya es sufi no chicos, tienen toda la noche.



La incomodidad de Estéfany se hizo notar que salió raudamente y subirse a uno de los carros estacionados, esta vez fue Luciana quien acompañó a ella.




*****



- Mierda, la tombería, quién mier .....  Es el sapo o sapa  putamare, arranquen todos



Era tarde, dos patrulleros se detenía uno tras otro y solo Homero salió despavorido haciendo rechinar las llantas de su viejo chevrolet. Todos quedaron atónitos, total eran 6 uniformados, y seguro acabaríamos pronto en alguna comisaría.



- Señores documentos.!



Nadie dijo una palabra, cada quien se preguntaba quién era el soplón o soplona porque era imposible que una patrulla llegue hasta ese lugar sin ser informado detalladamente, habían elegido un escenario lejano, oculto, místico donde el demonio se persignaría, allí, en ese lugar había llegado la "ley" y todos a excepción de Luciana, Helen y Polola tenía licor en sus venas y eso es una falta grave.



Uno de los oficiales, seguro el más sabueso empezó husmear los asientos y bingo, botellas de Wisky, Vodka,  Packs y packs de cerveza cubierdo de harto hielo.



- Señores saben muy bien que esto es delito y terminarán presos.



- ¿Delito? Dijo  Alfonso  - ¿Delito, oficial? ¿Usted sabe diferenciar entre un delito y una falta?, ¿Presos?, Mejor ve y arreste tantos delincuentes que pululan en las calles, aquellos que roban y asesinan  a diario y no venga joder con que vamos ir presos.



- Tranquilo Ojitos susurró Yamilé



- Usted está borracho señor y puedo arrestarlo, documentos!



- ¿Arrestarme y bajo que cargo señor oficial?  y  documentos no tengo, son las 2 de la madrugada y a estas horas no voy andar con documentos.

- Usted  está conduciendo bajo los efectos del alcohol y voy arrestarlo por eso,  colega, requíselo.

- Ni se te ocurra tocarme que puedo demandarlo por robo, usted no tiene una orden judicial de requisarme y encima miente por que yo estoy ebrio pero no estoy conduciendo o si? Ha visto que lo estoy haciendo?. Tengo decenas de testigos y usted lo está viendo.



La discusión siguió encendiendo los ánimos y fue allí que Homero llegaba a toda velocidad.



- Putamare yo pensé que todos iban seguirme y no voy dejarlos solos, quienes son estos coños de mierda, vayan dormir, señores policias. jajajaja.



Todos se echaron reír y eso no le gustó a los oficiales, pero era imposible detenerlos porque en total había como 15 personas,  7 carros y 6 perros, y todos estaban dispuestos a defenderse con uñas y dientes.



- Oficial, disculpe, sé que estamos en falta pero no estamos haciendo ningún daño ni molestando la tranquilidad de nadie, este lugar es alejado, disculpe a mis amigos, están tomados.



La belleza y la ternura de Estéfany calmó por un momento a los policías hasta que Homero encendió nuevamente la caldera.




- Oficiales ustedes están mal preparados, sin un choro se les escapa, no van poder alcanzarlos,  le reto que corramos y si me ganan me dejo arrestar.




- jajajajaja



Yo también no evité la carcajada, el ego de los policías se vino abajo y acaban de insultarles de la peor forma y enfurecieron y con la radio en la mano pidieron apoyo.



- Sujetos inescrupulosos y peligrosos, alerta código 723 -- Zona trapiche.



- Oficial no es necesario, vamos a colaborar, haga lo que tiene que hacer, yo comprendo su trabajo, soy abogada.



Yamilé habría la boca pero nada convenció a los uniformados que estaban dispuestos a arrestarnos.




- Ah abogada y qué hace una chica inteligente con estos borrachos



- Oficial lo que acaba de decir es una falta, puede interpretarse como acoso sentenció Estéfany.



- Señores policias, todos los que ve aquí son intelectuales, el único bruto soy yo, así que mejor váyase tranquilo.



- Jajajaja



Todos rieron lo que acaba de decir Alfonso, y el sonido de las sirenas se escuchaba, claro los refuerzos estaban a punto de llegar.




*****





- Esto es historia señores, esto es mundo, poesía, literatura, somos únicos, pero estamos detenidos en la misma celda todos, espero que pronto el sapo o la sapa se manifieste.



- Somos inocentes


 

Homero y su jocoso comentario, Estéfany y Luciana conversaban como explicar a sus padres sobre el asunto, Yamile estaba sentada tomándose su rodillas, polola abrazaba del cuello a Alfonso y los perros empezaban hacer bulla con sus fantasmagóricos aullidos en el patio.
 
....
 
... - Tiene que ser Máncora o Punta Sal, Estéfany convenció a Alfonso para que vayan a visitar a su abuelo. 
 
- Son como 57 meses sin poder ir. Dijo
 
El viaje no fue debidamente planeado, ambos coincidieron en sus pensamientos que podría ser la única y última vez que podrían estar juntos lejos de la capital y un paseo sería una aventura que quedaría grabado en sus recuerdos imborrables.
 
- Nos vemos el sábado en el aeropuerto
 
La noche empezaba caer sobre el pensamiento de Alfonso, las calles oscurecían ante su mirada, sentía un leve dolor en su pecho, caminaba meditabundo sin saber adónde se dirigía, de pronto se encontraba sentado en el malecón conversando con algún indigente. Súbitamente abrió los ojos y volteó la mirada y la imagen de Estéfany estaba allí.
 
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TRILCE
 
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