-----------------
Yo gritaba.
Pedía una palabra;
Quería que mi carta se leyera,
En voz baja, en voz alta,
En la montaña y en el océano.
Suplicaba a mi propio dios,
Que te protegiera,
Te calmara.
No, no mujer;
No mueras ante un altar,
Desconocido e incoloro.
Tú mereces un canto,
Un buenos días de María;
Y, ese día no ha llegado.
Tarda, siempre tarda.
Con ángeles como vos.
-----------------
A mi dulce AMADA.
1 comentario:
No soy poeta ni cantor, solo soy un ser simple que pide por su AMADA
Publicar un comentario