– ¿Por qué le gusto tanto a las chicas?
A algunos chicos también
¡Qué mierda!
Ellas hacen fuego con mi nombre
Y yo hago arder mis versos en sus gargantas
De sus pechos nada inocentes
Emergen melodías que embriagan mis pupilas.
– ¿Por qué aún las casadas juegan con mis manos?
Y a las divorciadas ni cuento
Aquellas almas solitarias
Me prosan con sus ojos infinitos
Y yo proso estos versos a un solo nombre.
– ¡Cuántas preguntas!
En esta noche y nadie responde
Soy el viajero solitario
¿Y ellas? Vienen y llegan
Con ganas de descubrir los mensajes ocultos en mi boca
Y se llevan historias prohibidas
En sus almas y en sus cuerpos.
Autor:
Trilce Aldeano
Edición y publicación
María Del Carmen García Guerrero
Bogotá – Colombia
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