2010

"BIENVENIDO A MI BLOG"

18 de diciembre de 2011

DIARIO DE UN BOHEMIO - Mi encuentro con Vivian Baella I


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Soy amante y apasionado del fútbol, de la poesía compleja y otras cosas que solo queda encendido en mi mente. Pero si se trata de la bicolor, siempre he buscado la forma de partir mis horizontes en varias aristas; no he sido testigo de la gloria del fútbol peruano, solo escucho noticias de los amigos que cuentan con nostalgia, que todo pasado fue mejor. De la misma forma no puedo dejar de lado el gran logro del voley peruano en sus épocas de gloria, que también no pude disfrutar.

Cuando cursaba el cuarto año de Literatura fui testigo de un un papel estupendo de la selección femenina de voley, desde ahí quedé fascinado por ese deporte, no solo por la belleza de nuestras matadoras; sino también por la entrega, la lucha y la garra que mostraban en cada pelota dividida. Es así que fui siguiendo este deporte a través del tiempo hasta que una tarde solitaria me disponía a salir de viaje a cualquier parte con tal de salir de un lío tremendo que me había sumergido dentro de la familia, encendí el televisor y anunciaban un encuentro de voley entre la selección arbiceleste frente a nuestras llamadas "Matadorcitas".  Ordené pizza y un six pax de cerveza bien fría, me encerré en la oscuridad de mi habitación. Un primer tiempo regular donde las gauchas ganaron el set, me hizo dormitar; pero algo en ese sexteto juvenil me llamaba poderosamente la atención que mostraba mirada casi asombrosa. Llega el segundo set y nuevamente las argentinas se pasearon con nuestras muchachas. 

Los 67 minutos finales me hicieron emocionar tanto que subí raudamente y conllevado de locura a abrazarme con las personas que había tenido intercambio de malas emociones. El festejo fue magnífico, una remontada espectacular de 3 set a 2, mis ojos fueron testigos de la garra y la furia de las "pequeñas peruanas", mi corazón palpitaba a mil, me contagié de llanto, de frenesí y la histeria colectiva, involvidable esa tarde-noche.

Desde esa fecha amé el voley peruano y no me detuve hasta dar con una de las reinas de la heroica jornada, pasaron muchos meses para cumplir ese objetivo de robarle alguna sonrisa rojiza a dos bellas adolescentes, Diana Gonzáles, cuyo tío resultó ser un amigo de un familiar y la Musa del voley Peruano,Vivian Baella, la mas dulce y tierna muchacha, que con su candidez y su virginal sonrisa me sacó de la más profunda tristeza.
Inventé, organicé un encuentro de voley entre las seleccionadas y unas alumnas de la preparatoria, pro- fundación "x", mi capacidad de convencimiento funcionó, sin abusar de politocracia y verbo infantil, acudí a viejos amigos para que intercedan por mi y logré mi objetivo. Semanas más tarde, la tuve en mi frente a la "pequeña" Vivian, demás está decir que su figura enorme me palideció un poco, realmente para saludarla tuve que invitarla bajar la mejilla; pues mis metro sesentay algo no cumplía para tal detalle.

  Expuse mi noción, hablé como nunca ante el público, poetizé y no dejé mi lado temeroso, la muchacha no se inmutaba a expresar nervíos ni nada por el estilo. Luego del encuentro amistoso, invitamos a toda la delegación a un almuerzo (realmente me costó bastante tal caprichito), servimos a escoger y mi tiempo detallaba lo que buscaba, me atiné acercarme a ella con un vaso de champagne  y le ofrecí, su amabilidad y cortesía me enmudeció por completo. "Nosotras no bebemos alcohol...Gracias", una voz dulce, suave y la mirada coqueta e inocente.
...
Era la hora de partido para las "matadorcitas" y me la jugué al premio mayor, la invité a una cena, intercambiamos números y ella no sé si suponiendo o algún compañero le advirtió mi sinopsis bohemia aceptó que la llamara la siguiente semana, el júbilo se apoderó de mi como la Marea Roja, la gran marea que se convertía en fuego, en nieve, en lluvia cuando la Riojana bella, aquella Musa poetizada desaparecía lentamente por la puerta principal, mi alma se vencía en la pasión más sublime cuando la vi voltear la mirada con una sonrisa angelical, risueña.
Cada minuto fue eterno, envidiado por mi mismo conté cada verso durante la semana con mis dedos sumergidos en los mares más desconocidos, encedí velas, apagué rayos en la sombra y empecé mi odisea romántica hacia lo infinito o lo subnormal, hacia la perversidad o la mas dulce primavera. Sin castigarme más, decidí enfrentar la batalla titánica, me sentí Dante, me pinté de Shakespeare y bautizé mi nombre con una elegancia indescriptible.



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Autor :  JAVIER MANRIQUE ONCOY
                   (TRILCE)
Edit.  ASV - Todos los Derechos Reservados
2013


4 comentarios:

Anónimo dijo...

oe parce ya estas mejor? me regalas una llamadita en la tarde. Luis fernando.

Angelito Paucar Diaz dijo...

oe trilce y que fue de esa voleybolista charapita pues jaja cumpliste ese capricho, muy buena man saludos hablamos.

Anónimo dijo...

y la segunda parte?

Efrain Gomero Huaman dijo...

la bella viviane que fue de la parte 2??? causita cuando vienes al perú y de paso te traes un par de colochas lindas lo justo ps. te esperamos con muchas chelitas heladas de bienvenida.