2010

"BIENVENIDO A MI BLOG"

9 de marzo de 2012

DEL DEL AMOR A OTROS DEMONIOS

Una breve mirada a “El Voltaje del Amor” de

                                  Raúl Páez

En el mundo hay más libros, notas, esquelas sobre el amor que sobre cualquier otra materia. Pero cada uno de esos escritos -por humilde y personal que sea- siempre dice algo nuevo. Y siempre nos despierta mayor curiosidad que otros asuntos... ¿Quién no ha leído, o intentado leer, clandestinamente, una carta de amor que no le está dirigida?

Se diría también que para la poesía y todo lo que signifique arte -es decir, para ese rincón de la mente o del alma que permanece incorruptible- sólo existen dos o tres temas. Es fácil descubrir que uno es la muerte, con la vida como contrapartida. Y que el tercero y más festejado es el Amor (Recuerdo con sonrisa encajada las horas y horas de debate con mis amigos de la bohemia).


¿Y qué sucede con el amor, por qué nos fascina de semejante modo? Casi no hay estudioso que no intente dar una explicación o definición del mismo: filósofos, biólogos, médicos, psicólogos, se han   empeñado desde hace demasiados años en la tarea. También cabe recordar una vez me ensanché en una larga e imperiosa charla con unas “amigas” de un convento de Santa Rosa,  por los años 2000 a 2001. Me culpía la sonrisa burlona al ver los rostros pecituertos de las religiosas en la ciudad de Huaraz.

Hay muchos libros, dijimos. Pero, añadimos ahora, “maestros” hay muy pocos, y todas las definiciones, más que iluminar, condicionan. 
Convengamos en que el amor no es lo mismo para un psicoanalista que para un poeta. Aunque, convengamos también, un psicoanalista y un poeta enamorados no se diferencian mucho en su conducta. En este rubro puedo tranquilamente y sin cargo a conciencia nombrar a un viejo amigo de las grandes protestas juveniles. Víctor, seguramente hoy por hoy ya no piensa lo mismo que cuando “ensayaba” en los “laboratorios”  soñolescos de su casa, algunos seudo artículos que divagaban por alguncillos parajes de su barrio.

Hay autores que nos enfrentan con los amores literarios, sin que debamos tomar lo de “literario” como sinónimo de ficticio. Y quienes eligieron escribir sobre este tema no trataron precisamente de hacer ciencia ficción, sino de entender el amor y entenderse a sí mismos. Tal como Proust (Yo aún sigo buscando el sétimo personaje), u Oscar Wilde, o Sastre (Grande LA NAUSEA), y Thomas Mann (Muchas veces me consideré el Lobo Estepario perdido en la Montaña Mágica) en su increíble “Muerte en Venecia”, que además se transformó en increíble film. De obras y escritores que contribuyeron al tema trata “Dinámica en 'El Voltaje del amor" de  Rolando Páez, de la Universidad de Cartagena, Colombia, quien examina el texto de Martha Nussbaum, "El conocimiento del amor".
Páez empieza mencionando a la norteamericana Carson Mc Cullers y su teoría del amor enunciada en la novela "La balada del café triste". En ella el Amante y el Amado ocupan espacios diferentes, pero el uno no podría existir sin el otro. El amante precisa recoger imágenes de El amado, y sólo de El amado, para permitir el desahogo de sus sentimientos, aun los más tiernos, y en la mayor soledad. El amado necesita para su nueva identidad de Amado la recreación inconsciente o consciente de El amante.

Cuando continuamos indagando en nuestra lectura sobre el amor y el deseo, tuvimos un ramillete de sorpresas y, en especial, una nota que es  muy atrapadora de un autor muy conocido, amigo y compañero de muchas jornadas de buen vino y noches bogotanas de una buena Literatura. En esa nota, Páez ve,  en dos tiempos, y habla del amor desde el punto de vista de un psicólogo -o sea, del deseo-, pero también del amor sin deseo (en algunos casos, el enamoramiento es uno de esos amores sin deseo). Sorprendentemente, el humor de que hace gala el autor nos facilita enormemente la tarea. Al final del escrito continúan  las ofrendas que me hace que este minúsculo artículo, sea de múltiples comentarios, agudos, inteligentes, de entusiasmados lectores.

                                                                                       Javier M. Oncoy

2 comentarios:

Homero Robles dijo...

tema muy complejo, el amor, buen punto de vista.

Raúl Páez dijo...

Mi buen amigo este estudio lo tengo enmarcado, por su puesto completo te agradezco que te hayas tomado el tiempo por leer mi columna y tu análisis es muy importante. Abrazos literarios.