Una tarde colosal bajo el silencio de su morada,
Cuando fenecía mis anhelos de existencia; un
Paso sigiloso engalanaba los pasillos del paraninfo.
Allí en medio de la tristeza de mi alma, en son
De reflejo nacía una mirada, una tierna mirada
De niña que me cundía la nostalgia.
Hoy que miro de aquí distante, es lejana
Como los adevalios que no alcanzan las estrellas.
Es de sonrisa misteriosa, mi corazón la busca,
Mis versos la buscan en el silencio.
¿Cómo caminar sin comprender el destino?
¿Cómo mirar sin comprender la mirada?; si
Tan solo soy un triste viajero que tiene
Prisa para partir. ¿Adónde? ¿Cuándo?
¡OH Poeta que callas hoy y lo harás mañana…!
Recuerda esa tarde colosal, que se torna sombría hoy;
Lleva su nombre en tu celestial poema;
No borres de tu memoria su mirada sensitiva.
Su faz dulce, bella y risueña; pero prohibida.
.....
Lima 2003
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