2010

"BIENVENIDO A MI BLOG"

15 de enero de 2012

TIEMPOS DE SONRISAS; TIEMPO DE SUEÑOS, TIEMPO DE DOLOR Y MUERTE.


AMANECERES TRANQUILOS.


 
18 de  Julio del 2004

 

                                                                               II
(...) Desperté sobresaltado; luego de un misterioso sueño, la mañana viajaba tranquila, los primeros rayos de luz penetraban a mi solitaria habitación. Mis temblorosas manos toman el celular, mi índice derecho se resiste a marcar los eternos números. Después de tanta resistencia  he logrado digitar los números, mis oídos no pueden creer lo que acaba de escuchar. “deje su  mensaje, volveré a las 6  P. M...”,   Un efecto de duda navegaba por mi mente.

 

  El orgullo y la arrogancia dominaron mi ímpetu, una especie de sortilegio inunda mi corazón. Soy libre, hoy día dejaré mis fantasmas en casa, me dije. Me doy cuenta que estoy caminando sin rumbo, desorientado, un saludo diplomático de una hermosa dama me despierta de mi taciturna travesía. Ahora, me dirijo a la casa de un buen amigo. –“Trilce has resucitado, veo en ti un cadáver...”. No pasaron ni 15 minutos y las melodías  ayacuchanas sonaban en toda la habitación de mi amigo; y los onomatopéyicos sonidos de la botella al destaparse empezaba una nueva vida. (...)

 
                                                                  NOCHE DE TRÁGICA.

   19 de Julio del 2004

                                                                                III

 

(...)  Es tarde, el  astro rey resiste ocultarse, la Noche anuncia su llegada, los pájaros picotean las primeras estrellas. Otro fuerte dolor en mi pecho oscurece mi sonrisa lejana. Estoy solo, mi compañero de la Bohemia está perpetuado en un inmenso sueño.

  Salí apresurado sin conocimiento de nada, sin idea , sin destino. ¿A dónde?. Cómo la buena suerte está al lado de todo Bohemio, en la calle próxima me encontré con una Dama, de belleza sin igual, esbelta, de unos ojos  que brillaban como dos luceros en plena alborada.

La sensación de amor me embargó plenamente, al bordo de su automóvil rojo, me sonríe tiernamente, su dulce mirada  me dice que  suba al volante. Acepto la invitación con sumo orgullo, la sorpresa no era de esperarse; la dama era la vecina, la soltera más codiciada de la residencia.

  (...) “es para mi todo un placer llevarlo...”  me decía mientras conducía, con un talento espectacular movía los cambios de su coche, sin perder la su agradable sonrisa. Yo sólo pensaba en Nicol, la nombraba cada  momento, en el rostro de la dama fenecía la alegría.   -“Ud. Tiene novia” -la pregunta me cae como un baldazo de agua fría en pleno invierno capitalino. Quise afirmarle; pero algo me detuvo, la beldad embelesadora de su cuerpo. Era demasiada bella para este mundo. Los excesos de licor en mis venas y el abandono repentino de Nicol, ayudaron a decir un no rotundo. -Nicol es alguien que amo sin límites, la patanería de negarla me hacia que me odiara a mí mismo; ¿pero qué, si ella se ha ido sin decirme nada.?

  La noticia regó el rostro de la dama de un color inimaginable, aparcó el automóvil en un carril silencioso. Nos mirábamos fijamente; siento besarla, sus provocativos muslos blancos hacían que no me resistiera. Ella se acercaba cada vez más a mi rostro, sus manos jugueteaban en mis piernas. Yo huía de sus besos, sentía como si estuvieran a Nicol en mi frente, quejándose de mis actos nada trilcianos. La mujer logró sus propósitos, a pocos segundos ya era su esclavo, alimentándole de aire, me besaba apasionadamente, como nadie hasta ese momento.

 
El reloj señalaba las 8: P. M. El eco de los resortes del asiento posterior despertaba mi embriagadura. Mi corazón anunciaba un nuevo dolor, aún más fuerte; la risa que dibujaba la dama en mi rostro se iba perdiendo su colorido, veía en ella a Nicol. OH amada. La sonrisa coqueta de la dama me platicaba  muchas cosas que yo no entendía, su mirada  brillante me decía que era la final plácida para ella.

                                                                         IV

 

El automóvil corría a 90 Km. , tenía que llegar cuanto antes a casa. Aparcamos en su cochera, sigilosamente bajé del auto y abro mi habitación; no podía creer lo que mis ojos veían. Mi amada me esperaba con su túnica oscura, inusual en ella. Me grita, me acusa de infiel, el mundo se me viene encima, siento morirme en ese instante. No amor, este es una pesadilla, la dama del automóvil rojo me sorprende con su ingrata presencia, se abalanza  en mis brazos y me besa ante el estupor de mi amada.

  De pronto una ruido extraño sale de mi biblioteca, un olor nada agradable, sin mediar palabra alguna apresuro en cerciorarme  que ocurría en el interior. Mis libros son consumidos por los enormes fauces del fuego. Grito desesperado, lloro y me abrazo a la dama que me acompaña. -Nicol a desaparecido. Los sonidos de las sirenas, sollozos intensos. (...)  .

Busco a Nicol, un hombre de rojo me toma fuertemente, no me permite ingresar a salvar a mi amada, en eso sale otro hombre con  ruso, me pide calma, algo que yo no acepto. “ella no se ha podido salvar, pero salvó a tu fiel compañero...”  (...)

Estoy sumergido en un mar de lágrimas sin poder salvarme.

 
-Alguien toca la puerta. ¿Dónde estoy?. Escucho a lo lejos una música.

Estoy sentado en  la alcoba, siento que he llorado, las lágrimas en los ojos me afirman, es 6:30 A. M. Ha sido un sueño. Si, un miserable sueño.

 

                                                                    EL BESO DE LA MUERTE.



                                                                                                                                                                                                                            "Me miraba con  tristeza, presentía que me dejaba, sus ojos tan bellos..."

21 DE Julio del 2004.

 
  Todo el día no podía comprender el sueño tan miserable, terrorífico y misterioso; al caer la tarde me senté bajo la penumbra, intenté comunicarme con Nicol pero sin resultado positivo. El celular estaba apagado, por momentos pensé que ella me abandonaría. No, son tonterías, me senté en el escritorio, tomé una hoja y escribí algunas líneas. No, no podía seguir así, tenía que ubicar el paradero de Nicol; pero, ¿A dónde? Una larga pausa de silencio era la respuesta.

  La Noche empezaba a reinar, la intranquilidad me seguía aquejando, caminaba de un lado a otro, esperanzado a recibir una llamada. Mi reloj marcaba las 8 P. M., ruso me sonríe; luego su aullido funéreo me asusta completamente. Por fin, suena el celular, me desespero, no sé si responder, algo en mi interior me dice que no lo haga. Tomo el aparato, veo la pantalla, definitivamente no es Nicol. Mi  cuerpo desvanece de miedo, la melodía del móvil persiste. Tomo el celular y respondo. Una voz desconocida me dice que en espacio de 15 minutos debo encontrarme con ella    – es una emergencia.

(..)

 

                                                                                III

 
  La  dama  venía a mi encuentro, me  saluda como si nos conociéramos de mucho tiempo.  - Buenas noches. - ¿Usted es el joven Trilce?  Está hablando con él mismo, señorita.  –“Bueno, lo que lo voy a decir es una desagradable noticia, prométame sea lo que sea, mantendrá la calma”.  No podía más, mi corazón empezaba a latir fuertemente, la sangre se me helaba lentamente.
“Mire joven,  UD. Entenderá, soy Margot,  mi hermana es amiga de Nicol”.  Una pausa de silencio reinaba  al momento. Pensaba que mi amada se había marchado con su madre. –“Ella está en el hospital, no es muy grave, tuvo un accidente...”

 
No pasaron los 20 minutos, ya  estuve en la puerta de emergencia. Un corpulento hombre de tez morena me pide la identificación. La desesperación olvida todo, no llevaba conmigo el maldito documento.  – “UD. no puede ingresar...”   era la enérgica voz del vigilante. En ese instante aparece una dama de  vestido blanco, sin lugar a dudas es una  “vieja” amiga. Me saluda amablemente.  -“Trilce buenas noches, UD. Estas horas en este lugar”.  Era la enfermera que entraba de turno, una ex compañera de luchas sindicales, la más leal y convicta luchadora social de la ciudad.

  La arrogancia del portero feneció, cuando Sara, me identifica como el presidente del Frente de los intereses de la ciudad y el Secretario General de la Federación de estudiantes-FE.
 

                                                                       IV

 

  Cama 20, planta 3, emergencia, se escucha por los altoparlantes,  Sara no me abandonaba, me lleva hasta el lugar. Otro muro de impedimento no me dejaba ingresar; pero esta vez ya tenía quién abogaba por mí. (...)

Allí en esa cama nebulosa, estaba tendida Nicol, respirando artificialmente. El cardiograma marcaba en sentido del reloj, los deseos de muerte asomaba por mi mente. - ¿Por qué Nicol?, no podía contener  el llanto, gruesas lágrimas inundaban mi marchito rostro. (...)

-“joven descanse, ya es tarde” eran la palabras de la enfermera. No, no me moveré de este lugar hasta ver sonreír a mi amada. El viejo reloj  del hospital marcaba  5:30 A. M. Yo seguía sollozando lúgubremente. En ese instante llegaba Sara.

  El doctor nos invita cordialmente abandonar el lugar, el estado de coma en que se encuentra, necesita de mucho silencio. Minutos más tarde, una esperanzadora noticia endulza mis oídos.  -“Reacciona lentamente.., pero el pronóstico es reservado, ha perdido mucha sangre. Traumatismo encéfalo-craneano” . Las palabras poco alentadoras del galeno me trata de calmar, sin embargo, algo en mi pecho, una especie de corazonada me dice que debo esperar lo peor. El relicario que llevaba en mi pecho, un grato obsequio de Nicol aprisiona mi cuello, veo el dije, este como si llorara también perdía su color, alejaba su brillo.

 
  El Doctor me invita a pasar, sigilosamente entro y veo a Nicol sonriente. Lleno de júbilo me acerco hacia ella, lo beso la frente, intenta decirme algo ininteligible. -No amor, no digas nada, te pondrás bien...ella persiste. Sus ojos quietos me miran fijamente.  - “Trilce perdóname..., perdóname...”  Su voz gutural  se oía triste. Si muy triste.

  Me acerqué  a su rostro, le dije que la amaba, quise besarla, ella acepta, ya entendía nuestra comunicación amorosa. Mis labios viajaban lentamente hacia los suyos, la besé tiernamente; sin imaginar maldita sea, que sería el último beso. El beso de la Muerte. Palidecía como una rosa al caer un rocío, miro el cardiograma que aceleraba hacia la izquierda. Grito desesperado, el Doctor toma el respirador, golpea el pecho de mi amada. Que hora tan miserable. No hay nada que hacer, Nicol mi fiel y leal compañera, mi eterna amada, ha partido hacia el misterio. La mitad de mi ser se ha ido con ella, se fue la luz de mi camino, mi amor, mi vida. (...)

 

                                                                                    V

 

Maldecía a todo el mundo por la muerte de mi amada, me maldecía a mí mismo; mi vida, llegaba a su final, primero mi Madre, ahora  Nicol. ¿Para qué existir? Lo admito, traté de hacer lo que un cobarde, pero, siempre que intentaba aparecía el rostro de mi MADRE  y de Nicol suplicándome que no lo hiciera...

 

Han pasado seis largos meses y hoy es como si hubiese sido ayer, aún no olvido, temo no hacerlo nunca, aquella madrugada, los más miserable de mi existencia. Hoy he culminado esta elegía y empiezo a prosar de  esto versos. (...)


 



Este es el poema de mi dolor,

Lágrima a lágrima lo escribí,

Serán mis versos como un rielar,

Por cada verso para llorar;

Porque es el poema de mi dolor.

Mi amada se fue a la Muerte,

Partió la misterio mi amada.

Iba....

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TRILCE

7 comentarios:

TRILCE dijo...

Sin reglas literarias ni revisiones gramaticales.

Anónimo dijo...

que historia tan triste

Anónimo dijo...

es un sueño?

Alejandra Fernández dijo...

Me hizo llorar esta historia muy triste perder a alguien que amas y seguro jamas se podra aolvidar, bendiciones.

Dianna Marcela dijo...

Muy triste, perder a un ser amado :(

Valentina Gallardo dijo...

TIEMPOS DE SONRISAS; TIEMPO DE SUEÑOS, TIEMPO DE DOLOR Y MUERTE.

Valentina Gallardo dijo...

La vida es así de caprichosa, un tiempo de mucha felicidad, de soñar y llega los momentos de tristeza y dolor.

Besos y mi bendicion poeta.